A todas nos gusta recurrir a aromas que nos trasladen a momentos y recuerdos positivos de nuestra vida. ¿Quién no ha recordado algo así cuando se ha acercado a una persona y ha olido su perfume? Y es que cada fragancia tiene su propia historia y su manera característica de dejar huella en la piel. Nos da la oportunidad de mostrar una parte muy personal de nosotras mismas.
Seguro que en más de una ocasión has oído hablar del Oud o Agar, una madera que se lleva quemando desde siempre en la península arábiga para perfumar las casas. Crece el sudeste asiático, y el árbol necesita ser infectado por un hongo para producir una resina que se destila produciendo cientos de matices olfativos: amaderado, ahumado, animálico... Desconocido hasta hace poco en Occidente, se ha convertido en la estrella de la perfumería moderna.
Oud, que significa madera en árabe, es conocido también como el oro negro ya que es un ingrediente único con el que conseguir aromas muy especiales. Y te preguntarás, ¿a qué se debe tanto misterio y exclusividad?
¿Cómo se consigue?
El Oud se extrae de un árbol llamado Aquilaria. Cuando este árbol se infecta con determinado hongo, produce una resina deliciosamente perfumada y de color oscuro para defenderse. Es muy difícil sacarlo de manera natural puesto que hay muy pocos árboles de Aquilaria, lo que significa que para buscar el Oud de mayor calidad no se pueden usar árboles que tengan menos de 75 años. De ahí su elevadísimo precio. Si a esto le sumamos que cada Aquilaria necesita un mínimo de 7,5 kilos de resina aceitosa para convertir su madera en las cortezas de las que emana el Oud, su coste sigue aumentando. Por lo general, se puede decir, que solo 1 de cada 10 Aquilarias logra producir un Oud de excelente calidad.
¿A qué huele?
No es fácil de describir. Digamos que huele a madera y a dulce. Pero por encima de todo es un olor penetrante y que es percibido de manera diferente por cada persona. De hecho, cada árbol de Aquilaria produce un aroma distinto. Sin embargo, esta madera en sí misma no es especialmente costosa. La clave de su precio está en que sólo adquiere valor cuando la Aquilaria es atacada por invasores. Es decir, para que la maravillosa esencia del Oud se produzca es necesario que en su tronco o parte de él tenga lugar un proceso que puede durar hasta 75 años. Esta transformación, fruto de la defensa ante ataques de hongos y bacterias al árbol, es el que asegura la cantidad suficiente de resina aceitosa muy aromática capaz de impregnar la madera. El secreto está en saber combinarlo para crear perfumes únicos, algunos más verdes, otros más ahumados.
